Ya he vueltooo. Ay, ay que tenía esto medio abandonado. Así voy que hoy os traigo la tarta de mi cumple que fue en enero. A ver si dejo atrás las "pupas" varias porque este invierno se me está haciendo larguísimo. Esto sí, con recordar mi pastel ya mejoro de humor. Que tarta más rica y más... achocolatada jajaja. En fin que como era para mi la hice a mi gusto. Os dejo la receta.
Ingredientes:
Para los bizcochos:
- 5 huevos L
- 150g de azúcar moreno
- 150g de harina
- 50g de cacao puro
- 50g de mantequilla en punto pomada
- 200g de chocolate deshecho templado
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- Una cucharadita de levadura química
Para el relleno:
- 300g de chocolate puro
- 500ml de nata 35% materia grasa
Para el almíbar:
- 200g de azúcar
- 200ml de agua
- Opcional - licor a gusto (yo por los niños no suelo poner)
Para la cobertura:
- 200g de chocolate puro
- 100ml de nata 35% materia grasa
- 50g de mantequilla
Para empezar hacemos el relleno
deshaciendo el chocolate a baño maría y una vez este templado lo añadimos a la
nata previamente calentada (sin llegar a hervir). Removemos bien hasta homogeneizar la mezcla y guardamos unas 24h en la nevera.
Para hacer los bizcochos de nuevo he
recurrido a mis moldes favoritos de aluminio de un solo uso como en la Tarta de nata y fresas sin huevo . Los he horneado todos de una sola vez y des moldan sin necesidad de engrasar la superficie.
Deshacemos el chocolate a baño maría (o
al microondas pero con cuidado de no quemar el chocolate) y dejamos templar.
Batimos los huevos con el azúcar, la vainilla, el chocolate y la mantequilla a
punto de pomada hasta que esté todo bien cremoso. Una vez tengamos la masa
esponjosa añadimos la harina tamizada
con el cacao y la levadura. Repartimos la masa en los tres moldes llenando algo
más de la mitad de cada molde y horneamos a 180º en el horno pre calentado.
Cuando estén fríos los bizcochos les damos la vuelta y reservamos. En caso de
que se haya formado algo de copete se puede recortar con un cuchillo de pan
hasta dejar las planchas lisas. En mi caso no hizo falta porque con darles la
vuelta ya quedaron bastante bien. La verdad es que es un bizcocho sólido y muy fácil
de trabajar como base de tarta.
Batimos la mezcla de nata y chocolate que
tenemos ya bien fría desde el día anterior en la nevera. Para montar la tarta
vamos colocando plancha de bizcocho, emborrachamos a gusto de almíbar y
cubrimos con una capa generosa de crema. Cuando acabemos la tercera plancha de
bizcocho cubrimos la tarta con una fina capa de crema y dejamos reposar durante
unas horas en la nevera hasta que solidifique todo. Una vez fría la tarta
podemos cubrirla de cobertura de chocolate. Ponemos a fuego suave la nata con
la mantequilla y añadimos el chocolate troceado. Removemos bien hasta homogeneizar y cubrimos la tarta generosamente. Como me sobro parte de la
cobertura la guarde en la nevera. El ganache una vez frío monta de maravilla y
es muy agradecido de trabajar.
Ya sabéis que yo siempre digo que para mí
las tartas están muchísimo mas buenas si han reposado un mínimo de una noche en
el frigorífico. La foto del corte es un poco asi-asi pero después de soplar las
velas nadie tenía paciencia para esperar así que aún es un milagro de poder
enseñaros en interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario