Bizcocho de manzana
Estamos en plena temporada de manzanas y me di cuenta que apenas tengo
recetas colgadas de esta fruta. Como en otras ocasiones tengo la suerte de
disfrutar de unas ricas manzanas caseras de buenísima calidad. Justo cuando iba
a preparar algo con las primeras que habíamos recogido tuvimos unas fuertes
tormentas que dejaron gran parte de la huerta de Lleida destrozada. Así es como
de repente me encontré con cajas y cajas de manzanas picadas por el granizo. No
hay nada que me dé más pena que tener que tirar comida así que antes de dejar
que se pase la fruta decidí aprovecharla para el que es para mí uno de los
mejores bizcochos con diferencia. Jugoso, esponjoso y de sabor increíble es
igual de bueno que fácil y contiene casi un 50% de fruta por lo que podríamos
llamar hasta sano. En mi caso he usado casi 1kg de manzana limpia rallada (Fuji
en esta ocasión) así que el bizcocho en total pesaba más de 2kg. Por suerte la
familia es grande y tuve donde repartir. Os voy a dejar los ingredientes que
use yo pero os aviso que es del tamaño de una bandeja de horno grande. Con usar
la mitad de ingredientes tendréis de sobras para uno de tamaño normal.
Ingredientes:
- 7 huevos L
- 400 gr de azúcar
- 900g de manzana limpia y rallada
- 300ml de aceite de girasol
- Dos sobres de levadura química (polvos de hornear)
- 200g de harina bizcochona
- 550g de harina normal
- Una pizca de canela y jengibre
- Azúcar glas
Lavamos y pelamos las manzanas. Rayamos la parte comestible de la fruta
hasta conseguir unos 900g y reservamos. Mientras, batimos los huevos con el azúcar
hasta conseguir una crema clarita tres veces más grande que la cantidad
inicial. Una vez están los huevos con el azúcar montados vamos añadiendo a
pequeñas porciones el aceite sin dejar de batir. Añadimos con cuidado la
manzana rallada incorporándola con movimientos envolventes. Tamizamos la harina
con los polvos de hornear, la canela y una pizca de jengibre y añadimos también
a la masa. Seguimos incorporándola con movimientos envolventes hasta su total absorción.
Forramos una bandeja de horno grande con papel de hornear (base y laterales) y
volcamos la masa. Precalentamos el horno y horneamos durante aproximadamente
media hora primero a 180º y a continuación bajando a 150º hasta que se haga por
completo sin quemarse. Aún caliente espolvoreamos azúcar glas. Dejamos templar
por completo antes de cortar.
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