Últimamente estoy enganchada a las pizzas. Y no es que me guste comerlas,que también, sino que me encanta hacerlas. No es la primera vez que os digo que me encanta amasar a mano así que hoy probé de hacer la masa de otra manera, por probar que no quede. No sé si es que me gustan todas las pizzas o qué pero también me encanto esta masa. Es algo mas dura o crujiente, no sabría describirla bien pero mucho mas fácil de manejar para darle forma. En cambio se conserva mejor que la que está hecha con agua - quedo un poco y el día siguiente estaba bastante bien. Yo diría que se parece muchísimo a la masa de pizza de compra. Os dejo ingredientes que me lío (son para una pizza grandecita).
Ingredientes:
- Media pastilla de levadura fresca
- Una pizca de azúcar
- Una cucharada de sal (rasa)
- 150ml de cerveza
- 250g de harina de fuerza
- Tres cucharadas de aceite de oliva
- Tomate frito
- Orégano
- Mozzarella
- Fuet
- Pimiento verde
- Pipas? (Si, elección de mi hijo)
rodillo de cocina. Colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal. Yo suelo dejar las puntas algo mas gruesas y enharinadas. Pincelamos bien con tomate frito, espolvoreamos orégano y horneamos durante unos minutos hasta que la pizza este casi hecha por completo. La sacamos del horno, la decoramos a gusto - en mi caso una buena capa de mozzarella, fuet en lonchas muy finas y pimiento verde en rodajas + alguna pipa pelada que mi hijo decidió incorporar a la receta... Ya sabéis, ellos mandan. Volvemos a meterla al horno por unos minutos y listo. No tengáis miedo a probarla porque sabe a todo menos a cerveza y yo diría que para los que estáis empezando en el mundo de las harinas es de las masas mas fáciles de manejar.
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