Hoy vengo con otra receta de las de "toda la
vida". Yo creo que son las primeras pastas que me dejaron con la boca
abierta nada más llegar a España y desde entonces tenía ganas de hacerlas en
casa. Bien pues me han sorprendido muy gratamente ya que se hacen en nada, son
fáciles e increíblemente ricos. Tampoco son muy dulces por lo que vienen genial
después de los atracones de comida que suele haber durante las fiestas
navideñas.
Ingredientes:
- 120ml de vino blanco (podéis usar uno más dulzón para conseguir mejor sabor)
- 5ml de esencia de vainilla liquida
- una pizca de sal
- 200g de manteca a temperatura ambiente (blanda)
- 450g de harina común
- azúcar glas para espolvorear
Ponemos todos los ingredientes en un bol y amasamos hasta
conseguir una pasta homogénea. Estiramos en superficie plana y doblamos desde
los bordes hacia el centro en ambos laterales. Volvemos a estirar y repetimos
el mismo proceso girando la masa a 90º para que tenga dos pliegues en total.
Dejamos una plancha final de aproximadamente un dedo de grosor, la cubrimos con
papel film y la guardamos en la nevera por un mínimo de 2h. Para hornear los
nevaditos precalentamos el horno a 170º, forramos una bandeja de horno con
papel vegetal y cortamos rectángulos en mi caso de la masa que teníamos guardada
en la nevera. Horneamos hasta que estén ligeramente dorados. Aun calientes
rebozamos azúcar glas y espolvoreamos otra capa extra en la parte superior.
Dejamos enfriar por completo y a disfrutar de esta delicia tan navideña.
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